Es una cuestión muy habitual, cuando nos embarcamos, saber si sufriremos mareos o no. Y en caso afirmativo, ¿qué podemos hacer para evitarlo y solucionarlo? Por eso debemos tener claro que todo el mundo puede marearse en una embarcación, pero también que podemos reducir o evitar los síntomas de formas sencillas como alimentos o medicación ligera. Los mareos en el mar son comunes pero superables.
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El mareo por movimiento o cinetosis se conoce tradicionalmente como “mal de mar”. Es un trastorno del sentido del equilibrio y de la orientación espacial originado por una percepción equivocada de lo que nos rodea.
La base de los mareos está en el oído interno, que gestiona el equilibrio, y en las señales que le envía al cerebro, que se contradicen con las señales que envían los ojos. Es decir, el cerebro recibe por parte de los canales semicirculares del oído la señal de movimiento, pero los ojos envían la señal contraria, indicando que no nos movemos. También se puede producir mareo cuando se sobreestimulan estas zonas del oído a causa de un movimiento excesivo y no únicamente por información contradictoria.
En este proceso, además de participar los sensores de movimiento (ojos) y del equilibrio (oído), también participan los sensores musculares, ya que son las terminaciones nerviosas de los músculos y articulaciones que informan sobre la posición corporal.
Es importante tener en cuenta y recordar que todo el mundo puede marearse, de hecho, hay muy poca gente que no se haya mareado nunca. Bien es cierto que con el paso del tiempo y la repetición del estímulo que origina los mareos, se puede reducir este riesgo. Pero es importante no olvidar que el hecho de marearse no es de novatos o de gente poco marinera. Incluso el más bravo hombre de mar puede sucumbir a los mareos cualquier día de trabajo.
Dentro de una embarcación es más fácil marearse en la cabina que en el exterior, ya que en el interior se hace más notable la confusión entre las señales recibidas por nuestros sentidos, al no apreciar lo que nos rodea de forma clara. Por otra parte, la exposición repetida al estímulo que da lugar a los mareos reduce el riesgo de que aparezcan, sin embargo, no lo evita de forma absoluta. Así, puedes estar acostumbrado a navegar en grandes embarcaciones o en mares tranquilos, pero si vas en una embarcación pequeña o en una tormenta podría perfectamente aparecer la cinetosis.
En un primer momento los mareos producen una sensación de incomodidad e inestabilidad que viene acompañada de somnolencia, vértigo, bostezos continuados, sudores fríos, dificultad para concentrarse y palidez. A continuación, precedido de salivación excesiva y náuseas, aparecen los vómitos. Una vez alcanzado este punto, llega una sensación de letargo.
La prevención de los mareos
Es mucho más sencillo y eficiente prevenir los mareos antes que frenarlos una vez han empezado sus síntomas. Es un poco lo mismo que se dice cuando hablan de tratar el dolor antes de que empiece.
De este modo, hay varias opciones para gestionar el mal de mar, desde la medicación hasta trucos más tradicionales que vienen ya de antiguo.
Para empezar, podemos hablar de la alimentación, ya que se recomienda hacer comidas ligeras antes de embarcar, usando agua, fruta y bebidas azucaradas. Se recomienda las manzanas verdes, la menta, frutos secos y alimentos ricos en vitamina C. El jengibre es un alimento que está vinculado a muchos efectos beneficiosos, entre los que destaca la mejora de la circulación sanguínea, lo que favorecería la llegada de la sangre y del oxígeno al organismo, de tal forma que evita el mareo. Es un inhibidor natural de las náuseas.
Los alimentos ricos en vitamina C, como las naranjas, se recomiendan por ser antihistamínicos naturales que inhiben la acción de la histamina. Esto se debe a que cuanto más bajos son los niveles de histamina menor son los efectos del mareo o las posibilidades de que tenga lugar. Esa es la razón por la que las principales pastillas contra los mareos son antihistamínicos. De la misma forma que se pueden consumir alimentos ricos en esta vitamina también hay pastillas o caramelos con elevado contenido que podemos usar antes de embarcar de forma preventiva.
Se recomienda, en caso de empezar a notar esa sensación de malestar, situarse en las zonas más estables de la embarcación, como el centro o la proa, buscando localizaciones con buena ventilación y en la que se pueda mirar cara al horizonte.
Debemos respirar pausada y prolongadamente, dejando salir el aire, y evitar los movimientos bruscos. Ayuda también mover relajadamente los hombros para relajar la musculatura y tratar de sincronizar nuestro cuerpo al movimiento de la embarcación. La idea en este caso sería imitar la postura que tantas veces hemos observado en las películas de piratas: las piernas de mar. Es decir, una posición corporal relajada, con las piernas abiertas para estabilizarnos y permitiendo ese ligero balanceo que nos sincroniza con la navegación, que deberíamos acompañar de respiraciones largas y profundas.
Hay casos en que una buena distracción, como trabajar en el timón, pueden ayudar a evitar y distraerse de la sensación de mareo. En este caso las mejores funciones que se le pueden indicar a una persona que empieza a tener sensación de malestar son aquellas que le permitan tener acceso a una posición estable y de buena ventilación en la que pueda mirar cara al horizonte.
Un truco muy tradicional y vinculado a la cultura asiática es la de hacer presión en un punto concreto de la muñeca, a unos cinco centímetros de la unión entre brazo y mano. Se puede hacer presión con un trozo de papel del tamaño de un guisante colocado debajo del reloj, manteniendo la otra mano apretando las venas de la muñeca con las pulseras antimareo, que tienen una bolita para producir este efecto. La idea de esto es la misma que la del jengibre: mejorar la circulación y la oxigenación del sistema, reduciendo así las náuseas.
Cuando ya empezaron los síntomas de los mareos y llega la sensación de debilidad lo mejor es tumbar a la víctima en posición lateral, en un lugar estable y ventilado. Es importante recordar que ese lugar no es en el interior, ya que la ventilación será peor y el movimiento mayor, sino en el exterior de la embarcación, siempre que esto sea posible.
Algunos medicamentos para prevenir y evitar los mareos en el mar
El tratamiento preventivo más habitual es el dimenhidrianto, cuya marca más conocida en España es la Biodramina. Tiene propiedades antihistamínicas, anticolinérgicas, antimuscarínicas y antieméticas. Tarda unos 30 minutos en notarse su efecto, que dura entre 3 y 6 horas, por lo que es recomendable tomarlo antes de embarcar. Como tiene un efecto de somnolencia se vende también con cafeína, para contrarrestar este efecto y así no pasar todo el viaje queriendo dormir.
La prometazina es un medicamento que necesita receta médica. Normalmente se usa para alergias, vómitos, mareos, etc. Se comercializa en dosis inyectable y se recomienda en casos graves de cinetosis. Su nombre comercial en España es Frinova.
También se pueden utilizar parches de escopolamina y las ya mencionadas pastillas de vitamina C.
Factores de riesgo para los mareos en el mar
La edad puede ser considerada un factor de riesgo, ya que los niños de menos de dos años, así como los mayores de 50 son menos proclives a sufrir mareos por movimiento. En cambio, tienen mayor tendencia a marearse los niños (2 a 12 años).
También se pueden considerar antecedentes familiares y cierto componente genético, aunque harían falta más estudios de los que hay sobre el tema para comprobar de hecho cuanto es el peso de ese contenido heredable. Sí que tienen una vinculación clara ciertas patologías como las migrañas o la laberintitis (trastorno del oído interno).
El consumo de bebidas alcohólicas, de bebidas ácidas y de lácteos aumenta el riesgo de sufrir mareos. Lo mismo sucede con el hambre y con la escasa ventilación. En este último caso es importante la presencia de humos y olores fuertes, como el humo del tabaco o los combustibles.
Cuando el cuerpo ya viene desencajado del día anterior, con resacas, indigestiones, acidez o fatiga, también se puede encontrar un incremento de la posibilidad de sufrir mareos al navegar. Del mismo modo, es posible que las mujeres embarazadas se mareen más que cuando no están en ese estado, generalmente por un efecto intrínseco de falta de estabilidad del organismo en ese periodo.
En nuestros viajes para ver A Coruña desde el mar cuidamos de nuestros invitados, tratando de prevenir los mareos. Lo que buscamos y queremos es que todo el mundo pueda disfrutar de buenos momentos de ocio, por lo que llevamos con nosotros aperitivos y bebidas, así como un botiquín adecuado, para que deis un paseo inolvidable.
Y recuerda, por si tienes dudas sobre el clima o las condiciones que te acompañarán cuando hagas un viaje, siempre puedes preguntarnos o consultar meteogalicia